sábado, 27 de diciembre de 2008

Soltando amarras



Este post quedó congelado en un pen-drive hace días...
Ahora que he vuelto me apetece compartirlo con quien quiera leerlo...

Roma nos dejó impregnadas las retinas de vestigios de belleza por doquier. Decadencia y esplendor se conjugaban para subyugarnos y hechizados recorrimos calles, mausoleos y templos, ruinas y atalayas. Presos de los deseos de trascendencia de los que habitaron la ciudad hace dos mil años, intercambiábamos en nuestra mente las imágenes de lo que es y lo que fue, o lo que pudo ser. No hubo respiro en esos días, bebimos de sus fuentes y degustamos todo lo que nuestros pies nos permitieron recorrer y más de lo que podíamos digerir.

La carrera de Roma continuó en Madrid. Los días se han sucedido sin tregua hasta alcanzar la meta que nos propusimos. Tocaba dejar todo a punto para que nuestro proyecto pudiera comenzar y lo hemos logrado. Ahora que hemos soltado amarras empezaremos a trabajar. Es nuestro momento y habrá que aprovecharlo.

En todo este tiempo ha tocado estar de espaldas a los sentimientos. La velocidad no permite captar la fuerza del instante. Sopla el viento a nuestro favor y hay que aprovechar el impulso. La aparente anestesia no ha impedido seguir anhelando sonrisas, caricias, temblores obscenos y miradas furtivas. El ansia no descansa aunque sólo disponga del sueño para alimentarse. Las ventanas se abren a lo inesperado y al placer, a la estética y a la luz.

martes, 23 de diciembre de 2008

Emancipación


"El hombre pretende auto-emanciparse de la creación y del Creador. El hombre quiere hacerse a sí mismo y disponer siempre y exclusivamente de sólo aquello que le interesa. Pero de ese modo vive contra la verdad, contra el espíritu creador".
Benedicto XVI


Su santidad lo dice bien claro: gays y transexuales son un ejemplo de la posibilidad del ser humano de emanciparse. El orden social dictado por la moral judeocristiana ha sido deconstruido. Hoy podemos afirmarlo con rotundidad: lo ha certificado el santo padre. Gays, lesbianas y transexuales pueden, podemos enorgullecernos de haber contribuido a ello involuntariamente. La referencia a dios como justificación última del orden social es algo que ha perdido toda credibilidad. La idea de verdad única también. Hoy que todo es relativo, demasiado relativo tal vez, al menos podemos alegrarnos de tener en nuestras manos la llave de nuestro destino. No creo que la necesidad del ser humano de trascendencia y de desarrollar nuestro lado más espiritual mueran con esta agonía del cristianismo a la que asistimos. El ser humano sabrá encontrar la espiritualidad en otro lugar, no me cabe duda. El papa reclama proteger a la humanidad de las conductas gays y aboga por una “ecología del hombre, que le proteja de la autodestrucción". A decir verdad, y ellos lo saben, monjas, monjes y sacerdotes son las especies en peligro que necesitan protección. Feliz navidad.

Ver artículo en El País sobre las declaraciones de Benedicto XVI

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