martes, 13 de febrero de 2007

Ogro



Los azules ojos saltones están a punto de salirse de sus órbitas enrojecidas. Extraña mezcla de hielo y fuego. Mientras me dispara su discurso atropellado apelando al bien común, me hace a mí responsable de que todos la vean como un ogro. Una parte de mí desearía responderle con argumentos. Otro lado se deja vencer por la pereza desde la convicción de lo inútil de intentar dialogar con quien es sordo. El incidente apenas logra desestabilizarme, pero después cuando escucho mejor empiezo a encontrar humanas reacciones de defensa. Alguien desde dentro de mí grita calladamente, proyectando insultos en silencio, y otro alguien siente pena al verle desperdiciar tal caudal de energía en nimiedades. Procuro liberar la rabia escribiendo.
Su mundo mísero proyectado a través de su reacción despierta en mí un gran interrogante. Casi puedo sentir la interrogación con el punto apoyado en mis zapatos y abierta hacia la izquierda rozando mi cabeza con su extremo. Me encojo de hombros, escucho, me llevo sobre las espaldas la dosis de mierda que me ha escupido, asiento con la cabeza, ella se marcha con el rabo entre las piernas, dejo pasar unos minutos, y salgo para casa dispuesto a cerrar una puerta y abrir otras, las que justifican por el momento que tenga que convivir a diario con el ogro que habita el despacho de al lado.

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10 comentarios:

A las martes, febrero 13, 2007 2:52:00 a. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

Es lo malo de la empresa (donde te toca parar varias horas al día que te permiten pagar la casa, vestir a gusto, comer decentemente y algún que otro capricho) que se convierte en un "laberinto de fauno" con ogros, troglos, orcos, cigarrones, mantis oficinistas, frígidas, capullos y demás variada fauna.

 
A las martes, febrero 13, 2007 3:19:00 a. m. , Blogger Unknown ha dicho...

golpearlo hasta que pierda el conocimiento meterlo en una bañera y hacerlo desaparecer en ácido sería lo aconsejable... o al menos pensar en ello de vez en cuando....

 
A las martes, febrero 13, 2007 10:20:00 a. m. , Blogger Mugalari ha dicho...

Ekiots, te has olvidado de hacerle algo con la katana!!
jejeje, es lo malo del trabajo, que normalmente no puedes elegir a la gente con la que vas a estar obligado a convivir durante un tercio del día.

 
A las miércoles, febrero 14, 2007 8:48:00 p. m. , Blogger NaT ha dicho...

Yo me voy a casita antes de que me pillen algunos ogros de esos malos maliiiismos que hay por aqui...

Si se les pudiera congelar o ignorar para siempre...

Muacksssssssssssssssssssss
a ver si este finde nos vemos
¿me has traido un taperwere con arroz? ;)

 
A las jueves, febrero 15, 2007 4:44:00 p. m. , Blogger Pedro-Abeja ha dicho...

Qué asco de tía! Qué asco de histéricas! Qué asco de que te griten!

Yo habría saltado, no puedo evitarlo si veo que me atacan injustamente. Lo de poner la otra mejilla, de momento, no se inventó para mí.

Besos, guapo.

 
A las jueves, febrero 15, 2007 8:27:00 p. m. , Blogger Antinoo Libre ha dicho...

Sí, Enis, el lugar de trabajo es una pequeña representación del mundo, con todos sus frikis, sádicos, masocas, seres maléficos y seres encantadores, todos mezclados. Despiertan en nosotros todo tipo de reacciones de lo más (in)humano, como las que habéis ido mencionando: ganas de golpear y sumergir en agua o incluso ácido (ekiots), probar con ellos la katana (mugalari), salir huyendo o congelarlos (Nat), saltar (pedro)...
Lo que pasa es que yo me he propuesto utilizar este tipo de situaciones en mi propio beneficio, como una prueba para ver, mientras encuentro algo mejor, hasta qué punto soy capaz de mantener mi equilibrio mientras los demás lo pierden y se ven arrastrados al fango de la vida... para luego irme a casa y ser capaz de decir, "ahí os quedáis con vuestras miserias". Yo a esto no lo llamo poner la otra mejilla (no lo es), sino una actitud inteligente y con la necesaria perspectiva ante las dificultades, que me permita poner la energía donde mi corazón me dice, y no despilfarrarla donde a mi estómago le gustaría... difícil misión, lo sé...
besos para todos/as!

 
A las sábado, febrero 17, 2007 12:20:00 p. m. , Blogger Azul_oscuro ha dicho...

Ofuuu!que asco!pobre mi Antinoo...no entiendo a la gente que no tiene otra cosa mejor que hacer y proyecta en ti todas las malas sensaciones.que le den!
Al menos, piensa que al salir de la oficina sales a otra "jungla" mas grande, inmensa, y repleta de ogros, bichos y demás especimenes, pero por supuesto, y por suerte, hadas o magos con los que quedarte.
Un besote enorme

 
A las jueves, febrero 22, 2007 1:11:00 a. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

Resulta bastante "consolador" (bueno no sé si es la palabra pero ante los ogros vienen bien, ajajaj)el saber que todos tenemos un ogro cerca, esa especie de bicho feo, hediondo, que supura malicia y que está empeñado en hacerte ver que tú eres el culpable de todas las dificultades, problemas y errores que ocurren en el trabajo. Esos seres mitológicos mitad humano mitad bestia que gastan su energía y su tiempo en escupir sus miserias, su envidia, su aburrimiento y hastío con la vidA; su vacío... Y sí Antinoo, tu postura es inteligente y claro que es una ocasión para mantener tu equilibrio y no dejar que salga esa parte de bestia que todos llevamos dentro y que mejor si "sale" en otros contextos ....mmmm.... que puede ser mucho más divertido-constructivo.
Me has recordado a una amiga que llama a esta postura "sobrevolar", "tú sobrevolando" me repite en las ocasiones en las que la decepción y la impotencia parecen apoderarse, momentos en los que empiezas a titubear, a hablar de más y a dar respuestas poco apropiadas. A mi me sirve, y por eso lo comparto, el imaginar que sobrevuelas cada vez que los ogros arrastrándose por el fango te lanzan manotazos intentando coartar tu vuelo, tu libertad.
besos
BET

 
A las jueves, febrero 22, 2007 1:12:00 a. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

Resulta bastante "consolador" (bueno no sé si es la palabra pero ante los ogros vienen bien, ajajaj)el saber que todos tenemos un ogro cerca, esa especie de bicho feo, hediondo, que supura malicia y que está empeñado en hacerte ver que tú eres el culpable de todas las dificultades, problemas y errores que ocurren en el trabajo. Esos seres mitológicos mitad humano mitad bestia que gastan su energía y su tiempo en escupir sus miserias, su envidia, su aburrimiento y hastío con la vidA; su vacío... Y sí Antinoo, tu postura es inteligente y claro que es una ocasión para mantener tu equilibrio y no dejar que salga esa parte de bestia que todos llevamos dentro y que mejor si "sale" en otros contextos ....mmmm.... que puede ser mucho más divertido-constructivo.
Me has recordado a una amiga que llama a esta postura "sobrevolar", "tú sobrevolando" me repite en las ocasiones en las que la decepción y la impotencia parecen apoderarse, momentos en los que empiezas a titubear, a hablar de más y a dar respuestas poco apropiadas. A mi me sirve, y por eso lo comparto, el imaginar que sobrevuelas cada vez que los ogros arrastrándose por el fango te lanzan manotazos intentando coartar tu vuelo, tu libertad.
besos
BET

 
A las jueves, febrero 22, 2007 1:13:00 a. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

Otra idea es rodearse de cosas bellas, yo he puesto una foto en mi despacho, dibujos de mi sobrina, y me acompaña mi música y las palabras de amigos con los que "de vez en cuando" nos escribimos cositas....
besos!!!
BET

 

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