viernes, 19 de octubre de 2007

Taxonomías



Gracias a mi trabajo en estos últimos años yo creía disponer ya de una taxonomía bastante elaborada de personas y personalidades. Sin embargo la vida me viene sorprendiendo últimamente y demostrando que al ser humano nunca se le acaba de conocer del todo, ya sea en términos generales o en la persona de tu pareja, tu jefe o de uno mismo. Los giros que la vida va marcando nos van revelando nuevas facetas hasta entonces desconocidas, propias y ajenas, nuevas reacciones, emociones o deseos. Así, tu anhelo hippie de paz y amor universales de repente se transforma hoy en deseo de ver lo más lejos posible a El Ogro, y más aún, mañana reconocerás tu oscuro deseo de que El Ogro sufra al menos tanto como él te hace sufrir a ti, o de que sea víctima de algún desgraciado accidente que al menos le inhabilite por un tiempo para seguir humillando y despreciando a sus congéneres. Así va descubriendo uno su propia humanidad y sus propias aristas, y cuán costoso es alcanzar el estado de equilibrio cuando se topa con la cruda realidad del trabajo, la convivencia o la decepción. Así también descubres tu ira y tu vehemencia incontrolada y traicionas tu imagen pública de “balsa de aceite”, cuando empieza a aflorar ese desconocido e inquietante deseo de destrucción, de violencia, de huida hacia adelante a través del caos.

El trabajo de ir retomándose desde las profundidades y volver al reencuentro con el otro es arduo pero posible. Se agradecen los gestos cotidianos que como un algodón van curando las heridas que generan el terrorismo doméstico de lo arbitrario o lo irrespetuoso. Así, junto a los gritos y el avasallamiento brillan con más luz si cabe las sonrisas, los agradecimientos, los besos, las miradas, el afecto transmitido en un leve apretón, los abrazos...

La observación más o menos desapasionada del comportamiento de El Ogro en los últimos días me ha enseñado el alcance de su necesidad de sacar partido al poder que le ofrece su posición en la cadena jerárquica. El capricho y el atropello son utilizados como elementos que articulan y ponen de manifiesto la relación de poder. Y a través del abuso de poder se canalizan sus complejos, carencias y sumisiones no superadas, llegando a alcanzar cotas verdaderamente enfermizas.

Ahora más que nunca necesito a diario oxigenar mi mirada y mantenerme en el lado de la salud y la serenidad. Y miro hacia un horizonte de futuro más cálido y justo que sé que nadie me va a regalar.

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11 comentarios:

A las sábado, octubre 20, 2007 12:27:00 a. m. , Blogger David ha dicho...

Yo ya no hago ni siquiera esfuerzos por querer entender. Simplemente, me vienen las sensaciones.

Me gustan tus fotos.

 
A las sábado, octubre 20, 2007 1:28:00 a. m. , Blogger whatever ha dicho...

Enfrentar al ogro ò ignorar al ogro? o quizàs hacernos amigos del ogro?

Creo que a lo largo de la vida, y conforme vamos descubriendo no solo las distintas facetas del "ogro" sino las nuestras mismas, nuestras actitudes van cambiando, o quizas vamos, como mientras dormimos, intentando diversas posiciones, a ver cual nos acomoda mas.

 
A las sábado, octubre 20, 2007 10:04:00 a. m. , Blogger Argax ha dicho...

Me gusta especialmente tu reflexión sobre como la vida se convierte esencialemtne en caos y en como nos enfrentamos a ese mundo sin cimientos.

Saber que estamos siempre en el filo de la navaja puede aportarte una visión más profunda de la realidad, pero también un dolor más profundo que el que sienten los que van con el pañuelo en los ojos y se mueven por la seguridad de la estrechez de su mundo.

Unn salodo que es la primera vez que escribo.

 
A las sábado, octubre 20, 2007 8:45:00 p. m. , Blogger Antinoo Libre ha dicho...

David,
Está bien dejar que fluyan las emociones en vez de pretender categorizar y entenderlo todo. Aunque en mi caso necesito pensar una estrategia si es que quiero sobrevivir...
Me alegra que te gusten!
besos

Sstraniera,
Enfrentarme, ignorar, intentar acercarme... ya lo he probado...
En estos momentos me estoy decantando por interpretar un papel, con todo lo que esto supone de tomar distancia y a la vez no mostrar mis verdaderos sentimientos, ni mis debilidades, y jugar mejor mis cartas (esto es todo un reto, yo que soy tan transparente...).
Un abrazo

Argax,
A veces la lucidez, ver donde otros no ven, es dolorosa y sobre todo te puedes llegar a sentir muy solo, pero tener una perspectiva más amplia también profundizar y vivir más intensamente...
Me encanta verte por aquí, bienvenido!

 
A las domingo, octubre 21, 2007 12:54:00 p. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

Todos tenemos algún ogro como todos tenemos nariz. A veces el ogro es tan ogro que se eterniza en nuestro tiempo, aunque no lo tengamos ya delante. Otras es débil, tan débil, que enseguida da paso a un nuevo ogro, un poco más eficiente. "Sueño con serpientes... la mato y aparece otra mayor" como cantaba Silvio Rodríguez en los tiempos en que a mí me gustaba. También hay ángeles que pueden acabar siendo demonios (otra variedad de ogro)... Y a veces ogros y demonios coexisten en espacio y tiempo, lo cual es, como tú bien dices, para que a tí también te crezca un rabo largo y rojo en el culo. Y es que hay quien nos saca lo peor, ese peor que como orejas, todos tenemos, más o menos potente, más o menos escondido.
Y muchas cosas más... Este tema da para muchas reflexiones sobre la condición humana. No me voy a alargar. Y gracias por despertar mi cabeza esta mañana de domingo. besinos

 
A las domingo, octubre 21, 2007 2:38:00 p. m. , Blogger Antinoo Libre ha dicho...

Uff Manuel, cómo me entiendes!
Gracias a ti por tus palabras!
besos

 
A las lunes, octubre 22, 2007 2:11:00 p. m. , Blogger Azul_oscuro ha dicho...

Al menos atisbo esperanza...
y al ogro que le den!!
El horizonte mas cálido que anhelas es cierto que nadie te lo va a regalar...pero sí que a la larga lo recibirás porque te lo mereces.
un beso apo!

 
A las lunes, octubre 22, 2007 2:35:00 p. m. , Blogger Mugalari ha dicho...

Hace tiempo que dejé de intentar entender a la gente, precisamente porqué me di cuenta de que en cuanto daba algo por sabido, por conocido, la siguiente actitud de esa persona me sorprendía. Desde entonces puedo decir que soy más feliz, porque las actitudes negativas ya no son una traición, y las positivas siempre son un regalo.
Tengo que reconocer de todos modos que no siempre consigo actuar de esta manera, y que en demasiadas ocasión vuelvo a caer en esa práctica tan científica que es la taxonomía.

 
A las martes, octubre 23, 2007 1:18:00 p. m. , Blogger Unknown ha dicho...

al final lo importante es dejarse llevar por la intuición y la lucidez que nos convierte en supervivientes y nos ayuda a canalizar esa parte violenta y negativa que nos provoca el ogro... cada uno busca sus cauces adecuados para no volverse locos.... lo importante es conseguirlo y saber llevar la vida diaria lo mejor posible al lado de ese ogro...
besos...

 
A las miércoles, octubre 24, 2007 6:50:00 p. m. , Blogger Arkturo ha dicho...

tu post me ha recordado a "El Hundimiento", de esa lucha contra el ogro interno, y el miedo que creamos con los propios resentimientos...

darè vueltas por aquí...´

un saludo desde México

 
A las miércoles, octubre 31, 2007 4:20:00 a. m. , Blogger Pedro-Abeja ha dicho...

Te lo creerás o no pero mi retiro del mundo blog parece haber tocado a su fin. O eso espero... Un beso, guapo.

 

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