Cayendo del guindo
La vida nos enfrenta cada día de bruces con la realidad. Se asfixia el rey del pop, el que quería ser forever young mientras pierde su piel metamorfoseada y saca a subasta su parque temático. Los aprendices de capitalista se lamentan de haber caído en la trampa mientras los usureros cierran las puertas y los patronos reclaman la gratuidad del despido. En las calles los hombres de azul completan su cupo diario de inmigrantes que empaquetarán de vuelta a la casa que nunca tuvieron. Bajan los precios y la prensa se estremece, sin embargo en la televisión la dignidad de los perdedores en prime time se revaloriza. El temblor de los corruptos eclipsa la otra debacle. En el bosque de los inmaduros nos ciega la hojarasca. Alguien me recordó que el ego nos puede cegar e impedirnos ver lo que la vida nos está pidiendo a cada momento. El viernes se hace duro en el despertar y en el lastre que nos deja la semana. El viento helado de la mañana me sacude y el rozamiento de la planta de los pies con el suelo me recuerda que estoy vivo. Creímos que la vida era otra cosa y era esto.
Fotografía: Josef Sudek
8 comentarios:
El mejor remedio, disfrutar de las pequeñas cosas que, al fin al cabo, son las que, en mi opinión, nos hacen sentir vivo... agobia ya toda este "circo"
Bueno, no es para tanto, hay cosas que todavía valen la pena, ahí está el campo, la primavera, el sol y la lluvia, etcétera. En cuanto a lo de Michael Jackson, bueno, es que el pobre tiene una vida de comic.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Creímos que nuestra vida iba a a ser diferente y no es más que una más entre todas la que se van desarrollando ahí fuera.
Aun así tenemos que ser conscientes del poder que tenemos para cambiar las cosas o al menos para tamizarlas y verlas de forma que no nos perjudiquen.
Un beso grande.
Martini,
Deme,
No se me olvidan las pequeñas cosas... sin embargo a veces conviene reconocer las cosas tal cual son...
Argax,
que el mundo esté lleno de indeseables y de decepciones no significa que tengamos que renunciar a nuestros deseos más profundos...
abrazos
Lo sé, tío, lo sé. En esas estamos.
Abrazo de vuelta.
"El viento helado de la mañana me sacude y el rozamiento de la planta de los pies con el suelo me recuerda que estoy vivo"
si, estamos vivos, ese viento, esos pajaros, ese cielo azul...nos lo recuerdan, hasta en compañia de los indeseables encontramos la vida... por lo menos no siendo como ellos
te cojo la frase, me gusto mucho como todo lo demás
saludos
antonio muchas gracias
Pasa por aquí cuando quieras ;)
saludos
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